Me consume el celo por el Señor, Dios de los Ejércitos, es la traducción del lema que circunda el escudo de la orden de los carmelitas.
La orden de los carmelitas descalzos será la que construirá en el desierto de los leones un convento bajo un polémico indicio divino. El virrey coloca en 1606 la primera piedra de lo que será el
convento del desierto de los leones, construido y reconstruido en varias ocasiones, hasta que obtendrá su versión final en 1712 a manos del Arq. Miguel de Rivera.

El convento se encuentra inmerso en el desierto de los leones, llamado así según algunas versiones por
el litigio que se realizó en el siglo XVIII por los hermanos José y Manuel de León en contra del cacique Don José Patiño de Ixtolinque , para defender la posesión del lugar a favor de los Carmelitas Descalzos.Sobre su fundación circulan diversas historias, incluso Rivera Cambas asegura que el convento está construido sobre un sitio prehsipánico
"... El antiguo mona
sterio semidestruido (levantado sobre un adoratorio de los antiguos mexicanos) se eleva entre árboles gigantescos que quieres ahogar el edificio entre sus ramas”
Actualmente sede de esparcimiento de capitalinos y mexiquenses, es posedor de múltiples relatos y leyendas que se esconden en los muros de este lugar, ya que algunas de sus funciones han sido; albergue de zapatistas, fabrica de vidrio y/o de monedas falsas e incluso restaurante todas ellas justifican dichas historias.
De cualquier forma el exconvento del desierto de los leones es un lugar que vale la pena conocer y disfrutar